Por otro lado, a parte de su fuerza expresiva y dramática sin igual, debemos tener en cuenta su impresionante modernidad. Obras en las que vemos anticipadas estéticas románticas, post impresionistas y expresionistas, donde el color y la masa pictórica triunfa por fin después de siglos de dictadura del dibujo, en unas composiciones donde la deformación violenta de la realidad y el horror más profundo y personal afloran sin censuras.
...Pero de entre todas ellas, hay una obra que, al menos personalmente, consigue dejarme realmente sin aliento y despierta en mi un sentimiento de agonía y desazón: "Perro hundido", que se compone, únicamente, de dos planos superpuestos concebidos mediante manchas de color, cuyo único elemento intermedio y unificador sería la cabeza de un perro que ¿se hunde?, sin el cual, no sería descabellado poner en relación esta obra, con las habituales composiciones del expresionista abstracto Mark Rothko.